Filmoteca de Extremadura
Programación de cine itinerante por núcleos rurales extremeños en colaboración con CineClub "El Gallinero
Mi postre favorito
(Keyke mahboobe man)
Jueves 16 de Octubre/2025
Sala Avenida/Jaraíz
21:00 Horas
DIRECTORES
GUION: Behtash Sanaeeha, Maryam Moghadam
GÉNERO: Drama. Romance. Comedia | Vejez / Madurez. Drama romántico
DURACIÓN: 97 Min.
SINOPSIS
Mahin, de 70 años, vive sola en
Teherán desde que murió su marido y su hija se mudó a Europa. Desde su independencia, Mahin desafía las expectativas de su entorno conservador. Más aún cuando inesperadamente conoce y empieza una relación amorosa con un taxista llamado Faramarz.
¿Quién es quién?
Maryam Moghaddam ( Teherán-Irán-1969 o 1970), es una actriz, guionista y directora iraní. Se graduó de la Escuela de Artes Escénicas de Gotemburgo , Suecia. Conocida por sus colaboraciones con su esposo Behtash Sanaeeha (Shiraz -Irán-1980). Es célebre por su actuación en Closed Curtain (2013) y Risk of Acid Rain (2015) (que también coescribió), y por coescribir y dirigir Ballad of a White Cow, titulada en nuestro país como El perdón (2020). La colaboración más reciente de la pareja es My Favourite Cake (la película que nos ocupa), que tuvo su estreno mundial el 16 de febrero de 2024 en el 74.º Festival Internacional de Cine de Berlín .

Los directores de 'Mi postre favorito', Behtash Sanaeeha y Maryam Moghaddam, fueron condenados por un tribunal iraní a 14 meses de cárcel con suspensión de la pena por cargos que incluyen la presunta producción de contenido obsceno en su película por aparecer sin pañuelo la protagonista de la película, que se presentó en Berlín 2024, y a cuyo estreno no pudieron acudir.
También se les acusó de "propaganda contra el régimen" y otros cargos, alegando que la película se proyectó "ilegalmente" sin los permisos de distribución de las autoridades iraníes.
El tribunal iraní también condenó al productor de 'My Favourite Cake', Gholamreza Mousavi, a la misma pena que a los directores, que también incluye una multa de 400 millones de riales iraníes (8.240 euros).
"Queríamos contar la realidad de nuestras vidas, que tiene que ver con esas cosas prohibidas como cantar, bailar, no llevar hiyab en casa, cosa que nadie hace", declaró entonces Moghaddam.
Y me parece a mi
La mejor noche de nuestras vidas
El afán de encasillar cualquier producto del mercado (cine o patatas) lleva implícita la tremenda injusticia de aminorar su esencia existencial. Por ejemplo, si una película como la que hoy tratamos, decimos que pertenece al género de la vejez, estamos obviando otras muchas utilidades: pequeña pieza reivindicativa, tributo a la sencillez, hallazgo de la soledad compartida, espejo de una sociedad maltratada... Nada de lo anterior saldrá a la luz porque el edadismo, que practican las sociedades consumistas, tapará la intención de "perder el tiempo" con algo que se presume triste, dada la antigüedad de sus protagonistas.
Este reduccionismo mercantil nos llevaría a concluir, por ejemplo, que Las meninas de Velázquez es un cuadro sobre enanos; y por tanto, solo recomendable a quienes tengan simpatía por estos personajes.
Lo que quiero denunciar con el párrafo anterior es que a una obra como "Mi postre favorito", flaco favor se le hace asignando referencias limitativas. Máxime cuando la sensibilidad que irradia y el profesionalismo de la pareja directora son las notas más destacadas del acto creativo.
Sé que es predicar en el desierto, pero siempre habrá un chacal al que pueda interesarle.
Pues bien, esta es una película que habla de temas universales (amor y humor, incomunicación, trabajo...) que terminan por afectar a taxistas de Teherán, a pilotos suecos, mujeres colombianas o pescadores finlandeses; y que deberían verla jóvenes japoneses, viudos parisinos o campesinos senegaleses..., tengan los años que tengan.
Para ser sinceros, hay que verla porque merece mucho la pena saber cómo viven otros o cómo les dejan vivir. Empatizaremos con mujeres con hiyab y más con quienes lo aborrecen; con hombres que pueden jubilarse y con quienes no se lo pueden permitir...; y nos daremos cuenta que en el fondo nos parecemos mucho más de lo que estamos dispuestos a admitir.
Y ahora sí es el momento de volver a plantear si el gran nivel de la cinematografía iraní, aunque ya sabemos que su escuela y sus referentes son insignes, tiene que ver con esa feroz represión que les estimula y, a la vez, les inspira temas que aún pareciendo simples tienen detrás o al lado la permanente acusación del secuestro de las libertades.
Jaht